miércoles, 8 de octubre de 2014

El feminismo será animalista (o no será)

El poder, tal y como lo conocemos hoy, es necropoder. El poder, de hecho, despojado de su prefijo, de su cualidad necrosante, no existe si no en los confines de una retórica utópica y feminista. Hace apenas unas horas leía este maravilloso artículo de Beatriz Preciado. Apenas unas horas después, un miembro no humano de una familia infectada por ébola (ella) y en cuarentena (él) era asesinado para simplificarle la vida a la ministra, y a su Jaguar, y a su confeti.Una familia ya, de por sí, jodida por el poder y por las decisiones tomadas por éste en nombre del especismo, y probablemente también, en nombre de la Virgen de Fátima, que no es sino otra suerte de machismo, de clasismo, de racismo, de etnocentrismo y de basura jerarquizadora y jerarquizante. Otra suerte de suela de zapato acercándose, legitimada, a la cara de lxs débiles -o mejor, de quienes han sido debilitadxs por el poder-, de los animales, de las mujeres, de lxs mutantes. El poder jerarquiza y la jerarquía mata, asesina, extermina, aterra, liquida, elimina. El feminismo no va de mujeres, sino de mutantes. No va de mi especie, sino de mi familia. El feminismo es una suerte de cruzada transversal en la que no cabe comparación alguna. El feminismo no compara, antes bien, "para con" otrxs la atrocidad necrosante de la jerarquía. El feminismo muta, porque el poder necrosa. El feminismo es el ánimo y el ánima. El feminismo será animalista o no será. 

2 comentarios:

Suéltalo...