Que los diferentes feminismos se unieran en @acampadasol era, sin duda, una utopía. Una utopía que, desde luego no todxs, pero sí algunxs, estábamos esperando, deseando que llegara. Ahora bien, que los diferentes feminismos, unidos, hermanados, asociados pese a sus divergencias y quizá, también, gracias a ellas, contaran a su vez con el apoyo del, llamémosle "grueso" de una sociedad, no era una utopía, sino una ingenuidad. Y da igual que esa sociedad sea la de papá Estado o la estupenda y, desde luego, necesaria #acampadasol, porque siempre, en toda sociedad, por muy "soleada" que ésta sea, el feminismo cae en algunos ojos, como un escupitajo.
Me hace gracia leer en letra de algunxs que también twittean desde Sol, que no es el momento de reclamar feminismos, que no es el contexto, que no es el modo, que no es la manera. En fin, el miedo se traduce en la espera, las más de las veces.
Porque quizá, al feminismo le pasa lo que a la metafísica de Kant que, es necesario en cuanto a lo que en él hay de meta, de Ítaca, de Penélope buscada por Penélope, temida por Penélope, salvada por Penélope.
Como la metafísica de Kant, que el feminismo no sirva para nada no quiere decir que no sea útil; que no sea necesario no quiere decir que no resulte absolutamente imprescindible. Por eso el feminismo es a la revolución lo que la metafísica a la filosofía y es radical (en cuanto a lo que en él hay de raíz) en su motor generador de cambios sociales que, después, arrastrarán otros cambios, también necesarios, pero no radicales, ontológicos.
Por eso no se puede hacer filosofía sin pretender transcender a lo físico, por eso, la revolución, será feminista o, por el contrario, no será en absoluto y se quedará en efeméride.
muy bueno...
ResponderEliminarGracias, siempre es bienvenido...
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