jueves, 15 de septiembre de 2011

CUÍDATE DEL FUTURO: VIENE A POR NOSOTRXS

Estudio, leo las noticias oficiales, me desinformo, busco las noticias de la gente, las de de verdad de la buena, para informarme, me informo. "Cuídate, España, de tu propia España". Estudio. Vuelvo a estudiar. Lxs profesorxs interinxs hacemos estas cosas. Cosas como estudiar, conducir miles de kilómetros al año, dormir en pensiones, comer bocadillos en los asientos traseros de los coches camino a casa o camino al IES de ese curso, o de esos meses, o de esos días, o de ese día (se han dado casos). Eso, además de otras cosas, claro, cosas cojonudas, buenas, peores, fantásticas y mediocres en las que no voy a detenerme aquí. Otras cosas más, como estudiar y estar en el paro, y estar en el paro y dejar ya de cobrar paro, dejar de cobrar, en definitiva, y estudiar también se frecuentan bastante. 
Estudiar nos va bien, por aquello de volver a aprobar siempre, aunque sea sin plaza. Estudiar, por tanto, me va bien.
Me acerco a Vallejo. Me refiero a César, claro, y me llegan noticias a cerca de la #mareaverde (movimiento por la enseñanza pública de profes, padres, madres y alumnxs de la Comunidad de Madrid), de cómo sus críticas están sesgadas por la Consejería, confundidas, distorsionadas, para crear de ellxs una imagen que no se corresponda en absoluto con la realidad. "Cuídate de los que te aman. Cuídate de tus héroes". Me enfado. Me enfado muchísimo porque, lxs políticxs deberían atender a las necesidades de lo público que, para quien aún no solo sepa, es sinónimo de "lo que es de todxs". Me enfada que la más que legítima reivindicación de la #mareaverde, que podríamos resumir como la crítica a la gestión de la educación en la comunidad, quitando de aquí (la educación pública) para ponerlo aquí (la enseñanza privada y concertada), se minimice hasta el ridículo con el consabido "por dos horas más", cuando las "dos horas más" son el resultado de algo, su consecuencia y no su causa, como lxs gestorxs de lo público están haciendo querer ver.. Una consecunecia estúpida si la comparamos con las muchísimas consecuencias peores que conllevan esas medidas -digámoslo de una vez- privatizadoras y neoliberales. Así que me encabrono y estudio a Vallejo; "quiero escribir, pero me sale espuma; quiero decir muchísimo y me atollo". Me pregunto por qué lxs políticxs -en su mayoría- no escuchan, y me respondo enseguida. "Cuídate de los nuevos poderosos". Están sujetxs a la tendencia, a la corriente, a la línea editorial de su partido. Podría utilizar aquí la palabra ideología, pero me parecería una hipérbole que, fuera de un poema descoyuntado de Vallejo, no tendría sentido. Porque la ideología hoy es más bien ideagrama, como si la parte mala del espíritu de Apollinaire le hubiese cogido de los huevos al mundo y le hubiese obligado a sustituir las ideas por representaciones icónicas de las mismas. Vendo X y detrás, nada. Vendo Y y detrás, nada. "Cuídate del leal ciento por ciento".
Algunxs me dirán -y puede que tengan razón- que no todas las nadas son iguales, pero yo sigo diciendo que "no hay cifra hablada que no sea suma" y que cada vez, aunque le pese a Vallejo, "hay más pirámide escrita sin cogollo". No es mi comunidad, pero es mi guerra, porque el derecho a la eduación pública es intercomunitario, internacional, interplanetario.

Me envalentono y leo de aquí, leo de allá, retomo, me informo, vuelvo a Trilce y el falso mito de que la economía sólo se arregla desde las esferas privadas me retumba en la cabeza; más que nada, porque han venido siendo éstas las que, precisamente, nos han llevado hasta aquí. Me cuesta entender por qué cuesta tanto entender que la educación pública es más que un derecho, es la vía imprescindible para el futuro, la igualdad de oportunidades, la capacidad crítica, la mayoría de edad, en definitiva, entendida en términos kantianos, claro, no burocráticos. Me cuesta entender por qué cuesta entender lo que tan simple resulta, lo que dijo ya Vallejo, eso que no hace falta estudiar para saber: "que no hay dios ni hijo de dios sin desarrollo".

Al fin y al cabo, va a ser verdad eso de que dios-desarrollo ha muerto. 
Al fin y al cabo, ya lo decía Nietszche, va a ser verdad que lo hemos matado nosotrxs. 
Y lo que es aún peor, seguimos matándolo, suicidándonoslo con saña por cada minuto desaprendido esgrimido en contra de lo que es de todxs; teniendo que cuidarnos, ya lo dice Vallejo, teniendo que cuidarnos del futuro. 

2 comentarios:

  1. Lady Aguafiestington no está segura de que el conjunto de la sociedad entienda la importancia de la educación como lo hace el Sr. Chinaski. Le ha dado inspiración para su próxima entrada. Le manda saludos y espera poder tomar un té y unas pastitas juntos alguna tarde...

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  2. Agradecidx queda el Sr. Chinaski y, aún siendo éstx más de cerveza, tendrá a bien tomar ese té en compañía de Lady Aguafiestington, si la educación y el lugar que ésta se merece lo permiten...

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